"Nuestros padres nos dieron la vida natural del cuerpo, pero Dios nos da el alma y nos destina, además, a una vida sobrenatural; nacemos privados de ella por el pecado original, heredado de Adán."1
El bautismo es una practica por medio de la cual el creyente se libera del pecado original y accede a la vida eterna. En el catolicismo es costumbre hacer este bautizo cuando la persona es un bebé mientras que en el cristianismo el bautizo se hace cuando la persona es mayor y tiene poder de decisión.
La mécanica es muy sencilla, la persona es sumergida en agua por el padre para luego resurgir libre del pecado. Al ser sumergido bajo el agua el creyente da testimonio de que todo lo que era como pecaminoso hijo de Adán fue llevado a la muerte en la cruz. Al salir del agua está manifestando que "ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí, y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gálatas 2:20).
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